Mayhem – De Mysteriis Dom Sathanas CD

$16.000

Sello: Deathlike Silence Productions – Anti-Mosh 006

codigo barra: 7 035538 882203

Formato CD jewelcase

Sin existencias

Categoría:

Descripción

Mayhem – De Mysteriis Dom Sathanas CD

De Mysteriis Dom Sathanas es el primer album de la influyente banda noruega de black metal, Mayhem, lanzado el 24 de mayo de 1994 a través del sello Deathlike Silence. Este álbum es notable no solo por su música, sino también porque es la última grabación del guitarrista Øystein «Euronymous» Aarseth, quien fue asesinado por el bajista Varg «Count Grisnackh» Vikernes. También es el último trabajo del grupo con material del exvocalista Per Yngve «Dead» Ohlin, quien se suicidó en 1991.

Musicalmente, el álbum se caracteriza por su black metal crudo y veloz, representativo de los primeros días. A diferencia de otros discos de la época, De Mysteriis Dom Sathanas incluye solos de guitarra por Euronymous y pistas de batería más complejas a cargo de Jan Axel «Hellhammer» Blomberg, con toques operísticos en la voz de Attila Csihar. La publicación del álbum generó controversia, en parte debido a la portada que muestra la Catedral de Nidaros, un objetivo de la banda, y la participación de Vikernes. Sin embargo, el disco recibió críticas positivas y es considerado uno de los mejores en la ifame carrera de Mayhem.

Comparado con el EP Deathcrush (1987), este álbum ofrece una mayor complejidad con canciones más largas y solos de guitarra adicionales. Aunque Dead mencionó que el sonido mantenía el estilo death metal de sus trabajos anteriores, se esperaba que el álbum incluyera temas como «Carnage», «Buried by Time and Dust», «Funeral Fog» y la pista principal «De Mysteriis Dom Sathanas», junto con otras canciones como «The Dark of the Freezing Moon» (más tarde abreviada a «Freezing Moon») y «When the Vultures Left».

De Mysteriis Dom Sathanas destaca por su producción superior, con un enfoque particular en las guitarras y la voz. Euronymous eligió añadir melodías en lugar de los riffs y ritmos típicos del black metal, y la banda se esforzó en ofrecer solo lo mejor. Aunque el álbum mantiene su velocidad característica, también presenta momentos de desaceleración. La voz de Attila Csihar añade una dimensión única, alternando entre estilos operísticos y gruñidos intensos, lo que contribuye a la singularidad del álbum situándolo en el panteón del Black metal mundial.